Sé que a estas alturas te debe preocupar mi próximo movimiento. Quizás te tiene permanentemente alarmada el pensar que estoy más impredecible que nunca... O tal vez ya sabes (o predices) lo que haré a continuación. Me conoces lo suficiente aunque eso parece no servir de nada.
En el peor de los casos, puede ser que te canses de mi desasosiego y me ofrezcas únicamente tu amistad lejana. No sé, la verdad es que ya no sé nada.
Un auto puede ser mejor o peor que otro, pero ambos siguen siendo autos, esa es mi condición de ser humano. Aunque yo pudiera ser (y disculparás mi descaro) mejor que los demás, la posibilidad de equivocarme estaba ahí, aunque yo no la quisiera ver, aunque tú no la quisieras ver y aunque no lo creyéramos.
Sucede que no sé si cometí un error, hasta la fecha sigo pensando que hice lo correcto o al menos la opción más amable, pero las cosas se complicaron.
Quisiera poder decirte que me siento pleno, con seguridad y contento, sin embargo no voy a empezar a mentirte ahora.
Quisiera explicarte exactamente qué fue lo que me pasó mas no he podido ni explicármelo a mí mismo.
Me siento decepcionado por que me perdí, creía en algo y lo abandoné de pronto sin esperar ganar u obtener algo a cambio. Porque lo creas o no, mis acciones no fueron para ganar, sabía que eso era lo último que podía esperar; mis acciones fueron para no destrozar ese hogar que teníamos tú y yo en ese mundo desconocido para los demás. Yo vine al bosque sin ti.
No me reconozco. Me parece que yo era seguro y decidido, ahora esa tranquilidad y voluntad se desmoronan. No sé cuándo empezó ni cuánto tiempo tardé en darme cuenta.
Tenía una necesidad de ti que no fue atendida. No estoy justificándome, nada más trato de encontrar el por qué.
No puedo darte detalles, no me pidas que te asegure nada, ni yo sé mi sentido ni razón.
En esta crisis, preferí salir de aquí y no se me ocurrió otro lugar que Suiza, seguro ahí a nadie se le ocurriría buscarme, además puedo alcanzar a una conocida que me regala dulces.
Espero encontrarme en paz, como ya lo hice antes. En ese instante voy a tomar mis pertenencias, tomaré el primer vuelo y volveré.
Deposita Dolares
"La unica diferencia entre un loco y yo, es que yo no estoy loco"
martes, 24 de septiembre de 2013
lunes, 26 de agosto de 2013
Lo difícil que es conseguir cocaína pura hoy en día.
Hace poco (y para no perder la costumbre) se me hizo tarde para llegar a un lugar. ¿Hasta dónde vale la pena luchar por algo?
Estos días los hechos me han puesto un tanto triste y desganado. Me gustaría decir que las cosas no han salido como las planee pero en realidad no las tenía planeadas, así que no fallé. Me gustaría quejarme.
Estos días los hechos me han puesto un tanto triste y desganado. Me gustaría decir que las cosas no han salido como las planee pero en realidad no las tenía planeadas, así que no fallé. Me gustaría quejarme.
¿Hasta dónde vale la pena luchar por algo?
Hace poco me enteré de que hay un grupo de personas que exigen cerrar +kota (claro, la tienda de animales, ¿cuál otra?) por una desgracia ocurrida en alguno de los establecimientos. Y yo los apoyo, sépanlo. Desde la comodidad de mi sillón.
Mi punto es: no sean ridículos.
¿Cuánto tiempo lleva funcionando esta franquicia? Ahora resulta que se indignan, sí, claro. Desde que yo tengo memoria de conocer estas tiendas he pensado que son un tremendo dolor de cabeza para esos animales. ¿O no se habían dado cuenta de que los tienen encerrados?, ¿A cual de ustedes les parece que seguramente es cómodo pasar las 24 horas del día en un cubo de vidrio que los curiosos niños golpean con sus torpes manos?.
¿Indignados? Deberían indignarse cuando aparece otro "artista" de reggaeton, ellos sí que nos mientan la madre.
En fin, estos conspiradores no cesan de quejarse, publicar imágenes conmovedoras y pedir firmas a todo el mundo para llenar tal o cual petición. No se rinden, son persistentes y yo lo reconozco... no lo admiro, pero lo reconozco.
¿Y luego? Obviamente no van a lograr nada. La mala noticia es que ese grupo, esas personas son una minoría. No a todos les preocupa la vida animal... o la humana. Además, insisto, ¿por qué esperar hasta que se presentó un problema para quejarse de algo que ya desde un principio era lamentable?. No van a lograr nada, ¿vale la pena seguirse esforzando?.
¿Cuántas veces más intentará AMLO ser presidente?, ¿Cuántas platicas habrán tenido ya con Peña Nieto para decirle que se limite a decir lo que le diga el apuntador y no la cague más?.
¿Cuándo es momento de rendirnos? Sería bueno que nos enseñaran eso en la primaria; indicarnos el preciso instante para tirar la toalla y no empeñarnos en algo que no va a funcionar. Como yo que tal vez ahora estoy luchando por algo que no resultará.
Como todos nosotros que llevamos ya un par de cientos de años intentando ser una "civilización".
Ahora, usted, querido lector, no me diga a mí que luche por lo que sea que estoy haciendo con mi vida, mejor dígame: ¿Usted sigue luchando o ya se rindió?
Ahora, usted, querido lector, no me diga a mí que luche por lo que sea que estoy haciendo con mi vida, mejor dígame: ¿Usted sigue luchando o ya se rindió?
miércoles, 17 de julio de 2013
Florero (cuando me rompa, espero que quede en tu conciencia)
Yo ya sabía de tus planes de abandonarme, claro. ¿Quién te conocía tan bien como para saber que cuando sientes culpa, te muerdes los labios? En ningún otro caso haces lo mismo.
Fue en una tarde de Junio, yo volvía del trabajo cuando te encontré con tu bolsa, dispuesta a largarte por siempre (pienso yo) de mi vida. Y por supuesto que traté de detenerte, te hablé de mi necesidad por tus palabras, tu voz, lo mucho que me gustaba que estuvieras siempre ahí, dispuesta, como la melancolía está siempre dispuesta a hacerse presente en un día lluvioso.
Lo que dijiste lo recuerdo muy bien porque no me fue suficiente, me hizo sentir impotente, rabioso.
¿Qué dijiste? "Discúlpame".
Las disculpas a mí ya no me sirven, desde que yo te las pedía a ti sin una pizca de honestidad en mi boca, sin culpa, me convertía en el niño que juraba haber hecho la tarea para poder salir a jugar.
Cuando descubriste mi engaño lo único que me quedaba era convencerte y ¿para qué? Seguro esa era tu pregunta, pero sinceramente, ¿te imaginabas ya la vida sin mí?. Verte, comer juntos, intercambiar las desgracias del día era ya parte de ambos y no podía pensar en algo distinto.
Las disculpas a mí ya no me sirven, desde que que yo te las pedía y supe que podían ser vacías.
Las disculpas a mí ya no me sirven, desde que que yo te las pedía y supe que podían ser vacías.
Sé bien que exigir calma y aceptación de tu parte sería mucho, pero mucho pedir. Tal vez pensé que simplemente nos soportaríamos, como tantas personas que conozco: familiares, amigos, amantes y vecinos.
¿Qué hacen ellos? Hacen lo que seguramente Dios al escuchar los rezos: ignorar.
¿Y a quién le reza Dios?
Cuando te fuiste no me diste explicaciones y creo que sabes que no las necesitaba. ¿Qué clase de idiota tendría que ser para no darme cuenta de que me dejas por que cometí un error y lo seguí cometiendo? Incesante.
Después, como todo un ser humano, preferí evadir mis problemas hasta que se resolvieran solos o al menos pudiera olvidarlos.
Tomando tragos y tragos, vasos y vasos, botellas y botellas, litros y litros de whisky, ron y mezcal. Hasta que en una de mis tantas ausencias de razón, quedé atado a esta maldita silla de ruedas.
Me convencí a mí mismo de terminar con mi vida, saltando a una autopista a plena luz del día y el camión que me arrolló sólo pudo romperme alguna parte de la cadera, creo, no puse mucha atención cuando el doctor lo explicó por que no me interesaba. También tuve un problema con el brazo pero el yeso me lo quitaron hace ya 3 semanas.
Es el tiempo que llevo escribiéndote esta carta. Lo tuve que hacer con mi propia sangre en la pared de este hospital, que ya es para enfermos mentales y no para atender mi problema del brazo. Aquí estoy desde que intenté matarme.
Llevo 3 semanas escribiendo por que siempre llegaban a detenerme, los tontos doctores piensan que llevo 3 intentos más de suicidio, pero no entienden que uso el liquido de mi brazo izquierdo por que no quisieron darme tinta y papel.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)