Estos días los hechos me han puesto un tanto triste y desganado. Me gustaría decir que las cosas no han salido como las planee pero en realidad no las tenía planeadas, así que no fallé. Me gustaría quejarme.
¿Hasta dónde vale la pena luchar por algo?
Hace poco me enteré de que hay un grupo de personas que exigen cerrar +kota (claro, la tienda de animales, ¿cuál otra?) por una desgracia ocurrida en alguno de los establecimientos. Y yo los apoyo, sépanlo. Desde la comodidad de mi sillón.
Mi punto es: no sean ridículos.
¿Cuánto tiempo lleva funcionando esta franquicia? Ahora resulta que se indignan, sí, claro. Desde que yo tengo memoria de conocer estas tiendas he pensado que son un tremendo dolor de cabeza para esos animales. ¿O no se habían dado cuenta de que los tienen encerrados?, ¿A cual de ustedes les parece que seguramente es cómodo pasar las 24 horas del día en un cubo de vidrio que los curiosos niños golpean con sus torpes manos?.
¿Indignados? Deberían indignarse cuando aparece otro "artista" de reggaeton, ellos sí que nos mientan la madre.
En fin, estos conspiradores no cesan de quejarse, publicar imágenes conmovedoras y pedir firmas a todo el mundo para llenar tal o cual petición. No se rinden, son persistentes y yo lo reconozco... no lo admiro, pero lo reconozco.
¿Y luego? Obviamente no van a lograr nada. La mala noticia es que ese grupo, esas personas son una minoría. No a todos les preocupa la vida animal... o la humana. Además, insisto, ¿por qué esperar hasta que se presentó un problema para quejarse de algo que ya desde un principio era lamentable?. No van a lograr nada, ¿vale la pena seguirse esforzando?.
¿Cuántas veces más intentará AMLO ser presidente?, ¿Cuántas platicas habrán tenido ya con Peña Nieto para decirle que se limite a decir lo que le diga el apuntador y no la cague más?.
¿Cuándo es momento de rendirnos? Sería bueno que nos enseñaran eso en la primaria; indicarnos el preciso instante para tirar la toalla y no empeñarnos en algo que no va a funcionar. Como yo que tal vez ahora estoy luchando por algo que no resultará.
Como todos nosotros que llevamos ya un par de cientos de años intentando ser una "civilización".
Ahora, usted, querido lector, no me diga a mí que luche por lo que sea que estoy haciendo con mi vida, mejor dígame: ¿Usted sigue luchando o ya se rindió?
Ahora, usted, querido lector, no me diga a mí que luche por lo que sea que estoy haciendo con mi vida, mejor dígame: ¿Usted sigue luchando o ya se rindió?