martes, 28 de diciembre de 2010

Gracias

No es que te dejen de gustar las burbujas con la edad, es que la gente hace que te dejen de gustar las burbujas con el pretexto de la edad.

Entiendes que la vida es difícil, o por lo menos deberías entenderlo.
Cuando eres niño no te puedes quejar de mucho, como muchos dicen: "Tu única obligación es estudiar y obedecer a tus padres". Pero no te dicen que aunque estudies y le pongas muchas ganas; no será tan fácil salir adelante. Mucho menos te dicen que para poder completar tus estudios tienes que lamerle las botas a tus maestros, que lo mejor que sabrán hacer será llenarte de tareas y ordenes. Está bien, aplicándolo a mis lectores un poco mayores; no te dicen que para tener un empleo estable tienes que lamerle las botas a tu jefe.

Entonces, de niño te permites disfrutar de cosas tan bellas como unas burbujas, un paseo por el parque o jugar en los columpios. Te permites ser de los chamacos que lloran por todo, de los que no lloran y nada más gritan, de los que son berrinchudos, de los molestos, groseros, amables, listos, tontos, en fin, muchos otros.
No tienes que preocuparte mucho por el dinero, por los gastos, por el estrés, matar a alguien...
Desde chicos nos acostumbran a seguir las reglas, leyes, costumbres, que en lo personal creo que no te dejan nada. ¿Y después de eso qué?
Nadie te advierte que un día quieres volverte independiente, como Kalimba o Pau Rubio. Quieres ser libre (en sólo una pequeña parte de la definición de la palabra), escribir tus emociones, pintar tus paredes, escuchar la música a todo el volumen que llega tu estéreo, ver lo que tú quieras en la TV, bañarte cada semana (ok, esa aplica sólo para los reggaettoneros), en fin, ser lo que quieres ser. Quieres hablar con la gente que tú quieres, no con la que te imponen o te rodea por simple obligación. Quieres hacer fiestas cada que quieras, o armar una orgía cada mes. Disfrutar de tu soledad. Pero, ¡oh!, sorpresa. Eso implica muchas cosas, cosas que quizás no tienen sentido para un servidor, pero que están bien establecidas.

Nos gobiernan las responsabilidades: esposa, trabajo, renta, hijos, gas, luz, agua, comida... Pff! Todas estas cosas no deberían ser difíciles, pues estamos capacitados para trabajar y producir, ¿pero entonces qué pasa?
Simple: la gente te vuelve amargado. Te dicen que tienes que cumplir con tus obligaciones,quizás terminar tu escuela. ¿Tienen idea de cuanta gente hay con un titulo de profesional y no tiene trabajo? Yo tampoco, pero un chingo sí son.
Como joven, sales a buscar un empleo, el cual te niegan por falta de experiencia. Te sientes frustrado, cansado, triste. ¿Por qué no entienden que los jóvenes también pueden tener ambiciones?
Recorres un camino muy complicado. Quisieras ofrecerle lo mejor a tu pareja en turno.
La diferencia es que yo creo que querer es poder: la vida no tiene que ser tan complicada si no la ves así. ¿Por qué no tener 20 o 30 años y seguir divirtiéndote con esos columpios? Ah, no, porque "no mames, ya estás grande", "te ves ridículo".
Eres niño y no puedes opinar porque estás niño y no sabes de lo que hablas.
Eres adolescente y no puedes opinar porque como eres adolescente sientes que todos te odian, el mundo se te viene encima y sufres más que todos (no mamen, todos sentimos que sufrimos más y no le dicen eso a mis tíos o primos mayores).
Eres adulto y no te puede gustar jugar a las escondidas porque ya eres un adulto. Eso se llama reprimir a la gente y su personalidad.
Si hay alguien aquí que se identifique con esto, es decir, que subestime a los chavos y critique los gustos de cada individuo, con muy poco respeto: ¡Chingue a su pinche madre!

Bien, el caso es que muchas veces no nos queda de otra más que aguantarnos.
Si odias vivir con tus papás, te friegas y vives con tus papás, para que cuando seas independiente y cumplas tus jodidos 18 años ya estés amargado.
Si te sales e intentas buscar empezar algo por ti mismo, nadie te tiende la mano, te niegan trabajos y cuando por fin tienes la experiencia; ya estás grande.
Yo en lo personal hago lo que hago porque sé que valdrá la pena, y mezclo un poco de los dos.

Te acostumbras a trabajar, como el adulto que eres. Te acostumbras a enojarte, como el adulto que eres. Te acostumbras a no jugar más en un parque, como el adulto que eres. Te acostumbras a seguir una rutina, monotonía, y tener una existencia vacía, como el adulto que eres.

Hoy, eroslalashushu.blogspot cumple un año. Quiero agradecerles a todos quienes han leído esto desde un principio, a quienes leyeron sólo el primer y segundo post, a quienes lo leen por primera vez, de corazón: Muchas Gracias.
Espero que les guste, sé que lo que hago es bueno porque lo hago con el corazón.
Dedicado a todos los lectores, críticos, visitantes, amigos de Erick Nilla.
Tú, que estás leyendo esto y sigues aquí, y puedes imaginar una realidad mejor.
Tú que no dejas de soñar, como el joven que eres.


P.D. Cuéntenme como hicieron para independizarse y salir adelante. Y si aún no lo han hecho: ¿Lo han pensado? ¿Como será? Con cariño, Erick Nilla.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Dime Tobynalli

Tengo un serio problema con los pacos, pues siento que son muchos y tienen nombre feo. Tengo un serio problema con los Marcos, Brian y Pedros, ¿Quién carajos le pone a su hijo así?
Y tengo un serio problema con un Juan.

Aterrizó a las 3 pm. La nave era gris, de un metal muy duro y tamaño descomunal. Aunque en realidad nadie podía verla.
Schumjbexgahtfsrteihcciby (la verdad es que no sé si es la ortografía correcta de su nombre) bajó ansioso de su nave a explorar el planeta Tierra.

Venía bien preparado. Traía un bloqueador, pues le advirtieron que la capa de ozono en la Tierra era ya casi inexistente y podía quemar el cuerpo. Tenía dinero, dolares y pesos, sabía que no podía conseguir cosas sin pagar por ellas.
"Nadie te va a regalar algo" le dijo su madre antes de emprender su viaje.
También cargaba un arma, ya que llegó a México y sabía que era el país más violento en el mundo. Si aterrizó aquí no fue por los muchos museos despoblados ni la amabilidad de sus autoridades, fue por que tenía muchas ganas de probar la comida mexicana.

Durante el viaje estaba muy emocionado, observaba las estrellas y los planetas vecinos. Una que otra roca intentó chocarlo, pero su edad (que en la Tierra eran 15 años) ya lo capacitaba para manejar bien una nave.
Pasó cerca de la Luna y contemplaba su belleza.

Entró al planeta y tuvo tiempo de darle una vuelta rápida. Miró la Torre Eiffel, el Big Ben e incluso a los Voladores de Papantla.
Veía la gran variedad de flores y plantas tan bonitas, con tantos colores, formas y aromas. Sí, Schumjbexgahtfsrteihcciby podía percibir los aromas aún a muchos metros de distancia. Observaba a detalle a los animales, le parecían muy extraños, pero no por eso perdían su gran encanto. Le gustaban mucho los elefantes y sus orejotas, los camellos que tenían unos ojos y boca graciosos, las jirafas que le parecían muy bonitas y altas, pero en especial le gustaban las hormigas que eran muy organizadas, aunque pequeñas, eran muy solidarias.

Sin embargo, no podía dejar de preguntarse por qué nadie se detenía a observar un rato a los animales. Al contrario, los golpeaban y usaban como objetos.
No dejaba de preguntarse por qué nadie se detenía a oler las flores.
Todos corrían de la lluvia, como si fuera algo peligroso.

Cuando aterrizó ya no tenía esa sonrisa con la que había empezado su viaje.
La pantalla de la nave decía "Ciudad Juarez", y decidió bajar a echar un vistazo.
Estaba ahí parado, mirando, desilusionado. Todo era como se lo habían contado, como se lo habían advertido.

Aterrizó a las 3 pm. Había muchos autos en la calle, con gente que se gritaba insultándose para avanzar más rápido. Una marcha era la que impedía el paso.
Algunas personas llegaron para golpear a los que protestaban, mientras del otro lado de la calle asaltaban a una joven a la que luego intentaban violar.
En la marcha seguían dando golpes y patadas, un bando tenía una bandera de muchos colores, en el otro simplemente eran algunos que no conocían la tolerancia. Cuando llegó la policia, el visitante pensó que ya todo estaría bajo control, pero solamente estaban ahí para seguir la batalla.

Mientras que la muchacha a la que robaban no dejaba de gritar, lo que provocó que la asesinaran. Los bandidos salieron corriendo de la escena, empujando y baleando a toda la gente que estorbaba a su paso.
De fondo sonaban los ruidos de los autos y la gente que seguía insultando.

Aunque el joven extraterrestre había adquirido un diccionario para facilitar su expresión en la Tierra, no necesitó de muchas palabras. Se limitó a decir:
"Asco..."

domingo, 14 de noviembre de 2010

Coca

En lo personal me desagrada que algunas personas se suban al transporte publico a vender discos de Wisin y Yandel o Don Omar.

El otro día iba de regreso a mi casa, después de un día de escuela. Yo llego a la base de los camiones y tengo que formarme para abordar dicho vehículo.
Generalmente (cuando llega a pasar) las señoras se paran detrás de mi y me preguntan: "¿Para donde va esta fila?". Yo respondo "Ni idea" con una carita estúpida, y las señoras se molestan por que no les doy bien las direcciones.

En fin,esta vez quise que fuera distinto. Estaba yo formado, cuando llegó una señora a preguntarme cual era la dirección de la fila. Como ya era mi costumbre, pensé en decirle que no sabía y seguir con mi vida, mi bella vida. Pero no, esta vez me quise ver decente. Le dije hacia dónde se dirigía y, conforme, se formó detrás de mi. Se me grabó la apariencia de la señora porque su chamarra era rosa y era horrible.

Me subí al camión dispuesto a llegar rápido a mi casa y escuchar algo de música. El conductor se bajó del transporte y (por lo mismo) no había nadie que cobrara.
Me imagino que estaba confiado en que nadie más subiría ya, pues no quedaban lugares para sentarse y la gente se cansa de ir parada.
La señora de la chamarra chingamelaspupilas se subió después de que yo lo hice y, al ver que nadie cobraba, se quedó pensativa. Su meditación duró alrededor de 10 segundos, después encontró el ultimo lugar disponible para sentarse. Fingía demencia.

Yo me molesté con la señora, creo que era lógico. Yo venía de la escuela, un tanto cansado. Cumplí con pagar mi pasaje y creo que hice lo que debía hacer.
La señora en cambio, se subió sin pagar e incluso iba sentada, cómodamente actuando el sueño. No supe si se vio más lista que yo o yo me vi más pendejo (pa´l caso es lo mismo,si no entendieron el juego de palabras).
Entonces yo estaba molesto, obvio, y dispuesto a exigirle que pagara lo que debía y actuara con honestidad, como debía hacerlo.

Muchas veces pensé y repasé lo que iba a decirle. Tenía que darle un buen argumento, explicarle la injusticia de su acto y hacer gala de mi mamonería.
Pero cuando estaba planeando mi movida, me vino a la cabeza la idea de que yo habría hecho lo mismo. Digo, al fin y al cabo, eran unos centavitos y servían. Me invadió por un momento la idea estúpida, cuando después comprendí que era sólo un pretexto.
¿Pero un pretexto para qué? Para mi cobardía,quizás. Mi flojera. Mi conformismo tantas veces negado.

En fin,me dí cuenta de que tenía que hacerlo, debía hacerlo. Era mi deber como ciudadano! Era mi deber como persona.
Era una situación de injusticia que necesitaba ser corregida!

Al final llegué a la calle dónde bajo, miré a la señora y odié su chamarra.